
La tarde de ayer, representantes de distintas agrupaciones de la Sociedad Civil de La Antigua Guatemala manifestaron su rechazo a la emisión y términos del Acuerdo Gubernativo 397-2007 y Ministerial 249-2008, en la que el Real Palacio de los Capitanes Generales es adscrito al Ministerio de Cultura y Deportes.
La agrupación –ASOCIS- de Sacatepéquez presentó un acta pidiendo el regreso de la oficina de Gobernación -donde ha sido su sede-, al terminar los trabajos de restauración que iniciaron en el 2008.
Según manifestantes, en el transcurso de este año, el Ministerio de Cultura y Deportes lo dará a concesión a entidades privadas como ANACAFE y Embajada de Taiwán, sin tomar en consideración el decreto 60-69 del Congreso de la República que en su artículo 2 dice: «Se crea el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala, como entidad estatal descentralizada, con personalidad jurídica, fondos privativos y patrimonio propio. Su misión, el cuidado, protección, restauración y conservación de los bienes muebles e inmuebles nacionales, municipales o de particulares, situados en la cuidad y áreas circundantes».
En octubre de este año, se creó la Comisión Interinstitucional del Palacio de los Capitanes Generales con miembros del Consejo Municipal, el Conservador de la Ciudad (CNPAG) y representantes de las asociaciones de la Sociedad Civil.
Su primera acción fue dirigir una carta al presidente de la república Álvaro Colom, y dialogar con entidades de su gobierno. Recientemente presentaron un amparo ante la Corte Suprema de Justicia, cuyo objetivo es alcanzar la derogatoria de los acuerdos mencionados.
La comisión también busca la participación en los planes del uso cuando termine la restauración, el retorno de la oficina de Gobernación Departamental de Sacatepéquez, así como el uso del Salón Mayor y la instalación de una oficina técnica de la Policía Nacional Civil.
Los antigüeños en su manifestación realizada frente al Palacio de los Capitanes reclamaron parte de su identidad histórica, y la protección del Patrimonio Cultural de la Humanidad, esperando que sus peticiones sean escuchadas.